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| Reseña aparecida en el diario El Peruano |
Aventuras con lo sobrenatural
Daniel Salvo Periodista
Los lectores más veteranos tenemos la suerte de recordar las épocas en las que los puestos de diarios y revistas del país ofrecían a la venta ejemplares de los "bolsilibros" de la editorial española Bruguera. Dichos bolsilibros estaban íntegramente dedicados a la literatura de género (subliteratura, dirían los snobs), a saber, la ciencia ficción, el terror, policial, espionaje, acción bélica, novelas del oeste, románticas, etcétera.
Sin ser repetitivas, dichas novelas eran bastante esquemáticas.
"Eternidad al atardecer" tiene mucho de lo que esas novelas ofrecían al público. Acción sin concesiones, unatrama imaginativa y una narración simple y directa, aunque se nota cierto abuso de la tercera persona, lo quehace que en ocasiones el lector sienta que está leyendo un informe y no una novela.
Pero estos detalles de forma se compensan con la trama, que gira en torno a ciertas revelaciones de índole
ocultista. Un grupo de iniciados está en búsqueda del secreto de la vida eterna, nada menos, y formará una
logia que incluirá a las mentes más dotadas de su tiempo para lograr dicho objetivo. Sin embargo, tan
interesante propósito se verá oscurecido por una serie de crímenes, lo que pondrá en alerta a las fuerzas del
orden, quienes deberán conformar una suerte de comando especial, que incluirá, entre otros miembros, a un
detective síquico.
Pero la acción de la novela no solo transcurre en nuestro mundo, ni todos los personajes son humanos. Las
pesquisas de los investigadores los llevarán a un extraño ámbito donde el tiempo parece haberse detenido, y
cuyos custodios exhiben características propias de demonios.
Otro factor positivo es que su tratamiento de los personajes dista mucho de ser esquemático, revelándose en varios de ellos las facetas más oscuras y reprimidas del comportamiento humano, tales como la codicia
desmedida o la perversión sexual, exhibidos tanto por los héroes como los villanos.
Fecha:16/03/2013
Artículo en la Revista de Altazor
